Cuenta escaño secreta de espía fatal

El oportunidad de la recibo de butaca secreta de un espía es la de Aldrich Ames. Condenado en 1994 a cadena perpetua en EE.UU. después de haber descubierto pasando información reservada a la URSS a modificación de dinero. Lo peor fue que entre esa información se encontraban los nombres de cargos del régimen soviético que colaboraban con la Inteligencia norteamericana y que fueron liquidados por los rusos. Es un suceso histórico al que el presidente Bill Clinton consideró el otra vez abstruso oportunidad de espionaje sufrido por EE.UU. 

Se ofrece como espía a la URSS:

Ames, que nació en 1941 y entró a controlar en la CIA llegando a ocupar puestos de deber que le daban acceso a la información de personas del régimen soviético desengañadas del comunismo y que colaboraban con la agencia de inteligencia de USA. Aún estaba caliente la guerra fría, en 1985, y Ames necesitaba cambio para sentir los suntuosos gastos de su mujer.  Se presentó en la Embajada Soviética en Washington para ofrecerles información de alta grado a modificación de dinero.

Comienza a ocurrir información:

Los rusos comenzaron a pagarle y Ames empezó a delatar a traidores al régimen comunista. No daba una repertorio completa, sino que época un cuentagotas. Cobraba por cada entrega de a que hacía. Docenas de delatados fueron torturados y eliminados. La CIA veía impotente como toda esa gente con la que mantenía contacto iba desapareciendo. No entendía que podía estar pasando. Tenían además dificultades para obtener nuevos adeptos en el interior de la URSS ya que el aprensión hacía que nadie se atreviera a dar ese paso.

Un oportunidad sangrante:

Ames carecía de escrúpulos. Encargado por la CIA de que captara a Fedorenko, un experto nuclear soviético durante una visita de éste a la ONU, así lo hizo. Fedorenko, desengañado del comunismo, comenzó a darle información clasificada sober misiles soviéticos a Ames que la pasaba a la CIA. Llegaron a hacerse muy amigos.

Pero para Ames, no había reparos. Confesó en el ensayo que sólo pensaba en el dinero. Y en un rato dado informó a la KGB soviética de que Fedorenko pasaba información. Pero Fedorenko tenía muchas relaciones de alta grado en la URSS y logró zafarse de las acusaciones del KGB, no lograron pillarle con las manos en la volumen y tampoco podían lenguaje que la información contra él venían de un topo que tenían en la CIA. Mantener secreto el apodo de Ames época vital.

Fedorenko no sabía que Ames época quien lo había denunciado al KGB. Había pensado desertar a EE.UU. y se lo puso en conocer de su “amigo” que prometió ayudarle. Y vaya si lo hizo. Volvió a relatar al KGB de que Fedorenko estaba planeando autorizar la URSS. Pero el científica logró irse a EE.UU. antes de que le echaran el guante. No se enteró de que Ames época quien lo había entregado por dos ocasiones hasta que éste no fue detenido.

Ames se hace rico:

El cambio entraba a raudales en el bolsillo de Ames. Millones de dólares: se compró una Tierra lujosa, un coche de alta standing, trajes carísimos, etc, y su mujer fundía el cambio a mansalva. Sorprendentemente la CIA no investigó estos “detalles”. Sometió a sus miembros a pruebas de polígrafo, lo que también se conoce como “máquina de la verdad” pero Ames la superó en las dos ocasiones en que se le requirió para ello.

Aparte de ese dineral para “gastos”, en el tratamiento con los rusos entró el de que algo otra vez de dos millones de dólares serían ingresados en una recibo secreta en Suiza numerada. El número sólo lo sabrían Ames y la agencia soviética KGB de espionaje. El tratamiento es que Ames no podría retirar ese cambio hasta que no alcanzara una edad determinada en que ya no estaría en activo y estaría jubilado.

Interviene el FBI:

La CIA estaba tan desesperada con la sangría de personas que caían en la URSS que decidió que sus controles internos estaban fallando y que época mejor encargar la memoria sobre el topo que sin incertidumbre tenían dentro a un organismos externo: se lo encargó al FBI.

Antes habían intentado captar a Wolf, el Jefe de la Inteligencia de Alemania Oriental en 1990. Según confesó él en sus memorias, la CIA le propuso desertar y instalarse en EE.UU. donde recibiría cambio y podría iniciar una nueva vida con una nueva identidad y una nueva faz modificada por cirugía estética. El tratamiento época que averiguase quien época el topo que estaba pasando información tan sensible a los soviéticos. Wolf explica en su ejemplar que lo meditó pero al último lo rechazó porque acceder implicaría que tendría que delatar a topos alemanes orientales introducidos en EE.UU. y que a eso no estaba dispuesto. 

El FBI comenzó a continuar y estudiar a todos los que podían poseer acceso a información tan delicada como eran los nombres de los cooperadores de la URSS desde dentro del propio sistema. Y al último concluyeron que tendría que haber Ames.

En 1994, después de nueve años de ir desvelando el apodo de traidores al régimen comunista soviético, Ames fue detenido en el aeródromo de Washington por agentes del FBI. Curiosamente, la CIA le había encargada una misión en la embajada norteamericana en Moscú. El FBI, que aún pensaba continuar vigilándole, optó por detenerle antes de emprender el vuelo por aprensión a que Ames estuviera oliéndose que estaba siendo seguido y optase por desertar y quedarse en Rusia.

Se libra de la pena de muerte:

El crimen tan abstruso en que había incurrido Ames, de traición con pérdida de muchas vidas humanas, suponía la pena de muerte. Pero Ames logró pactar con las autoridades para colaborar a modificación de una condena cadena perpetua. Su mujer fue condenada a cinco años por colaboración en el espionaje para potencia extranjero. Era colombiana y fue deportada a su país.

El cambio sigue en la cuenta:

El gabinete de EE.UU. requirió al ruso que comunicara el número de recibo numerada que está en Suiza para embargar el cambio pero Federación Rusa dijo que no lo haría ya que Ames se había ganado ese cambio como espía. Federación Rusa sabe que en estos casos han de mantenerse los pactos ya que de otro modo la adsorción de nuevos espías se pondría otra vez duro por desconfianza de estos a recibir lo pactado. En 2013, Ames sigue en prisión y el cambio sigue esperándole en la recibo numerada suiza si es que alguna vez sale de la cárcel. 

Era tal la confianza del topo en no haber descubierto, ya que llevaba nueve años haciéndolo, que no se cortaba en ir a ingerir con agentes soviéticos en lugares públicos. Eso le perdió. La oficial Gimes le vio en una de esas comidas y le siguió al finalizar, viendo que entraba en un banco. Después comprobarían que había ingresado una fuerte cuantía de dinero. El FBI le puso en observación y al último le detuvieron. Ella escribió un ejemplar sobre la caza del topo. Dio destino a una serie de televisión. 

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