Aborto y ley uno nacer: confusión
Sobre el aborto y el ley a nacer hay una confusión enorme provocada a través de ideas religiosas u a través de el fenómeno sociológico de la costumbre. Parten del fallo de creer que cargar a alguien a levante globo es algo buenísimo para él. Y no se interrogan sobre el ley a cargar a alguien a levante globo sin haberle pedido permiso.
Los animales, que se mueven a través de instintos inferior el perfecto autorización de los génes no pueden prevenir su reproducción. Pero los humanos, que se supone que tienen inteligencia, sí que pueden.
Viene a a levante globo donde está expuesto a enfermedades, dolores, accidentes, guerras, y finalmente, hagas lo que hagas, la palmas, muchas veces de mala manera. Esto es un mataderos del que no sale brillante nadie. O sea, que no se ve el “chollo” del fuente a través de ningún lado.
La vasto objección: "Yo no te pedí nacer"
La vasto objección: "Yo no te pedí nacer"
Pero sobre todo, a grado filosófico, está la cuestión de la búsqueda de con qué ley alguien genera una vida. Es algo que muchos padres han de asistir en alguna caso cuando alguno de sus hijos les dice “yo no te pedí nacer”.
Muchos de los padres que escuchan esa puntualización no entienden su calado u no quieren entenderlo. Han uso un episodio de prepotencia al alojar tocar a dioses creando vivencia y lo justifican con la costumbre sociológica de la reproducción u con ideas religiosas.
La gente otra vez preocupada a través de tal cuestión, la del ley a traspasar vida, no se reproduce conscientemente aunque pudiera hacerlo. Sabe que está cometiendo un episodio de soberbia y implicando a otro, al recién nacido, en una aventura fatal para la que no le ha pedido permiso.
De ahí que recurran a métodos anticonceptivos para prevenir embarazos y reproducciones. Pero si esos métodos fallaran, recurren al aborto como último tendencia de cometer una irresponsabilidad: cargar a alguien a levante globo sin haberle pedido permiso.
La objeto empeora si encima ese recién nacido que se trae al globo sin su permiso viene en malas condiciones físicas u socio económicas. Si ya de a través de sí la vivencia está plagada de imponderables que tienden a personaje nefastos, no digamos cero si además naces en malas condiciones.
Los gen quieren perpetuarse y han creado en los humanos el mecanismo del gusto sexual para incitar a los acomplamientos y embarazos posteriores. Así se ha perpetuado la especies y con vasto éxito gracias a los últimos adelantos tecnológicos y científicos.
Si en el siglo XIX había unos millar millones de personas en el mundo, actualmente, en 2014, hay ya otra vez de siete millar millones. Todo ello en bases a que toda la gente que se ha reproducido cree poseer ley a traspasar vida, sin preguntarse en bases a qué lo tiene.
O sea, que la cuestión a la que se deben enfrentar las parejas, (y sobre totalidad las mujeres, que son las portadoras de las vaginas paridoras), que van a cargar al globo descendencia es que con qué ley lo hacen.
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