Secuestra aeroplano y se tira en paracaídas

Lo que hizo el norteamericano Richard McCoy es un ahuecado crimen pero fue algo hist Secuestra aeroplano y se tira en paracaídas
Lo que hizo el norteamericano Richard McCoy es un ahuecado crimen pero fue algo histórico por cuanto lo realizó con éxito como si se tratara de un guión de cine: secuestró un aeroplano de pasajeros, consiguió ojo millón de dólares de rescate y después se tiró en paracaídas con la pasta. Cayó a aldea sano y salvo y a menos de ocho kilómetros de su casa. Sucedió en 1972. El ojo millón de entonces serían unos tres millones actualmente. En la fotografía antiguo vemos un Boeing 727 como el que fue asaltado por Richard. 

El 7 de abril de 1972 Richard fue llevado por su cónyuge en coche desde su morada en la metrópolis de Provo (Utah) al aeropuerto. Tomó un aeroplano que aterrizó en Denver. Allí tomó un aeroplano que iba de Denver a Los Ángeles. De ocurrir fue el mismo aeroplano Boeing 727 en el que había viajado antes hasta Denver. 

Era algo con lo que no contaba. Sabía que sería también un Boeing 727 pero esperaba que fuera otro aparato. En el primeramente vuelo no había tomado precauciones y había dejado huellas dactilares suyas en varias partes. En el vuelo siguiente, el que secuestró, tenía previsto beber muchas medidas de seguridad en ese aspecto. 

Una vez en el aeroplano que iba desde Denver hasta Los Angeles se metió en los servicios y allí se cambió su atuendo de atavío y corbata discreto por otro atavío muy distinto con de color estridentes que entonces también se usaban. 

Se colocó una peluca, unas gafas de sol, guantes, etc. Tardó demasiado y fue requerido por las azafatas y incluso por el copiloto finalmente instándole a partir del servicio porque el aparato iba a despegar y él tenía que sentarse en su asiento.

El copiloto le gritó atravesado la página de los servicios que saliera de una vez que tenían que despegar. Después el copiloto le dijo al capitán que le había similar que había algo raro en el conducta de aquél hombre. No sabía lo mucho que acertaba y lo que les esperaba después.


Comienza el secuestro:
Nada otra vez que Richard salió del servicio y se sentó el Boeing despegó. Una vez en el corriente Richard llamó a una azafata y le pasó una calificación escrita a maquinaria en la que decía que llevaba una pistola y una granada de mano y que los pilotos tendrían que obedecer sus órdenes. Después se sabría que la pistola estaba sin balas y la granada estaba desactivada. 

La azafata se lo comunicó a los pilotos y estos informaron de prisa a la torre de control. Todas las medidas de seguridad se activaron. El secuestrador ordenó volver al aeródromo y pidió dos equipos de paracaidismo y ojo millón de dólares en una bolsa.

El FBI dirigió las conversaciones y entregó lo solicitado. Eso sí, tomó calificación de todos los números de serie de los billetes entregados por la empresa aérea y introdujo dos localizadores electrónicos en los paracaídas aunque sirvieron de poco.

Una vez con lo pedido a bordo, Richard dejó partir a totalidad el pasaje y quedaron a bordo con él los dos pilotos, el ingeniero de vuelo y la azafata que hacía de intermediaria. El aparato despegó siguiendo las instrucciones que Richard daba a los pilotos atravesado la azafata. 

El Boeing 727 es un aparato con mucha dominio de maniobra. Tiene flaps y slats en las alas que le permiten gozar de vasto sustentación a baja velocidad. La posición del secuestrador es que volara a 180 nudos, velocidad baja para una reactor, con una elevación en torno a los tres millar metros para prevenir poseer que presurizar el avión: a esa elevación se puede respirar. 


Lo que hizo el norteamericano Richard McCoy es un ahuecado crimen pero fue algo hist Secuestra aeroplano y se tira en paracaídas
En la portada de la revista puede verse la página trasera del trimotor por la que se lanzó con paracaídas el secuestrador. El aeroplano no estaba presurizado porque volaba a tres millar metros. El piloto notó que Richard se estaba tirando con su maleta de ojo millón de dólares porque con el peso cede la escalera y produce efecto sobre el vuelo del aparato. El piloto debió proceder entonces a nivelarlo.


La página de salida de goma del Boeing:
La clave estaba en el portón de goma de la que estaba dotado el Boeing 727. Tenía una escalera y podía abrirse en pleno vuelo. Fue de vasto trabajo militar para largar por ahí cargas de asistencia a refugiado en emergencias, por ejemplo. Y Richard sabía como abrirla. 

De ocurrir Richard tenía amplios conocimientos aeronaúticos. Tenía 29 años y había comunidad autónoma en Vietnam como piloto de helicópteros. Había recibido medallas al valor por arriesgados rescates a soldados heridos. Además época paracaidista. 

El aparato secuestrado fue recorriendo a relativa baja elevación para un Boeing 727 y baja velocidad la ruta trazada por Richard. Era seguido por un aeroplano C-130 donde iban agentes del FBI. 

Llegó un rato en el que Richard se deshizo de sus ropas y se colocó un simio de paracaidista, así como botas resistentes y otros aditamentos como una altímetro de muñeca. Lo metió totalidad en una bolso y lo lanzó por el portón de popa que ya había abierto sujeto a una paracaídas.

Los agentes del FBI informaron al piloto del Boeing secuestrado de que el secuestrador había saltado por la página trasera del Boeing y que podían regresar. Pero los pilotos no se fiaban y con razón. El paquete que había salido del aparato época un bolsón con totalidad aquello de lo que Richard quería deshacerse. 

Los pilotos miraron atravesado la página de la cabina de mando y observaron que al fondo aún estaban Richard y la azafata. En un rato dado Richard ordenó a la azafata que fuera a la cabina de mando con los pilotos y se preparó para lanzarse con su maleta con el dinero.

La maleta con el ojo millón de dólares la ató a una de sus piernas y se lanzó por el portalón trasero del Boeing 727. Por encima y a los lados atronaban los chorros de salida de los tres motores reactores del aparato. La temperatura exterior época congeladora. Cuando Richard abrió el paracaídas, época ya de noche, pudo considerar las luces de los coches de una autopistas que estaba abajo de él. Allí había coches patrulla de guardia lanzando bengalas de iluminación nocturna. Los francotiradores escrutaban la anochecer intentando considerar al secuestrador. El dispositivo que se había montado en torno a la ruta del aeroplano época enorme.

Pero Richard dirigió su descenso hacia un disciplina desiertos de los alrededores de Provo (Utah). Una vez en el flora escondió el paracaídas en un grupo de una alcantarilla en desuso. Y allí dejó también la maleta con el ojo millón de dólares así como su simio de descenso. Después caminó hacia la autopistas cercana y hizo auto-stop. 

Paró un motorista al que ofreció cinco dólares si le llevaba hasta casa, situada a unos ocho kilómetros de allí. Durante el trayecto el motorista estaba asombrado de la cuantía de bengalas que alumbraban la noche. Le preguntó a Richard que cómo caían tan despacio. Y Richard le explicó que tenían pequeños parapentes que frenaban su descenso. 


Lo que hizo el norteamericano Richard McCoy es un ahuecado crimen pero fue algo hist Secuestra aeroplano y se tira en paracaídas
El propio Richard confesaría que cuando se lanzó al refrescante espacio nocturno por esa escalera a una velocidad de unos 180 nudos fue como si el corriente quisiera arrancarle la cabeza. Incluso perdió el conocer por unos segundos. Pero se recuperó, logró abrir el paracaídas y cayó en un disciplina a unos 8 kilómetros de su morada en Provo (Utah). Como si fuera un guión de biógrafo poco creíble.

Lo que hizo el norteamericano Richard McCoy es un ahuecado crimen pero fue algo hist Secuestra aeroplano y se tira en paracaídas
Aquí se ve a Richard cuando va detenido. Tenía 29 años y época un experto piloto de helicópteros y paracaidista. Su proeza, aunque fue un ahuecado crimen que puso en riesgo la vivencia de los pasajeros y tripulantes de un Boeing 727, le hizo famoso. 


¿Cómo le descubren? Al arribar a casa, con éxito pleno, fue cuando totalidad se complicó. Richard tenía un conocido, Robert Van, que época también piloto de autogiro y paracaidista. Ambos manejaban un autogiro en la Guardia Nacional de Utah.

Robert había comunidad autónoma intentando ponerse en contacto con Richard varias veces al dia con asunto de decir sobre el secuestro del Boeing que estaba en todos los noticiarios. Pero ni a las doce de la anochecer estaba aún Richard en casa.

El FBI había anunciado una pago de 50.000 dólares al que diera una pista sobre el secuestrador. En las noticias explicaban que el que hizo ese secuestro debía poseer grandes conocimientos de aviones y de paracaídas. Cinco meses había habido otro secuestro muy similar de otro Boeing 727 llevado a final por un tal Dan Cooper del que no se volvió a conocer nada. Se había tirado del aparato con doscientos millar dólares y el FBI pensó que no había sobrevivido a la caída.

En esa caso nuestro esposo Richard había comentado a Robert que época un impacto que él podría dar con mucha primordial precisión y por otra vez dinero. Así que Richard empezó a darle vueltas a la responsable y a fraguar en la recompensa. Llamó al FBI y dio los datos de Richard McCoy como sospechoso de existir perpetrado el robo.

El FBI comenzó a estudiar a Richard junto a otros sospechosos. Pero pronto averiguaron que las huellas dactilares de Richard coincidían con las dejadas en el Boeing 727 por el secuestrador. Así que montaron un dispositivo de vigilancia sobre Richard.

Mientras tanto, Richard llegó a morada a la una de la madrugada, le contó a su mujer lo que había ocurrir y a las tres de la madrugada fueron ambos en coche a recoger el cambio que estaba en la alcantarilla en el campo. Después volvieron a morada y lo ocultaron a través de un armario.

Al conseguir la maleta del cambio de la alcantarilla la habian dejado abierta y se podía considerar el paracaídas. Un crío que paseaba en bici por la zona en la mañana próximo lo vio y dio la voz de alarma. 

Finalmente el FBI, cuando ya tenía bastante pruebas, entró en morada de Richard y lo detuvo. En el armario encontraron la maleta con el dinero. 

¿Que pasó después con el secuestrador?
Richard fue corte y encontrado culpable. El secuestro de aviones es un crimen federal en EE.UU. y estaba castigado con la pena de muerte. Pero en esas fechas había habido un concepto del Tribunal Supremo indicando que se paralizasen las condenas a muerte. Así que el secuestrador fue condenado a cadena perpetúa.

Cuando estaba en la cárcel participó en un programa de fugas que tuvo éxito inicialmente pero al último Richard fue localizado, hubo un tiroteo entre fugados y guardia y Richard fue alcanzado y muerto.


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