Chistes examenes y filosofía
El post va de chistes de exámenes. Comenzaré con el de la filosofía: trata de que un catedrático de filosofía hace un test a los alumnos. Muestra sobre la escritorio una localidad y les dice que el ejercicio consiste en demostrar que dicha localidad no existe. Les da una hora y todos se ponen a escribir argumentos como locos. Pero hay a que apenas un segundo después del inicio entrega el test y sale de clase. Unos días después, da las notas. Todos los alumnos se quedan perplejos de que la mejor tono es para el que entregó el test en un minuto. Se mosquean y empiezan a interrogar al profesor que qué es lo que respondió ese alumno. Y el profesor les enseña el folio del susodicho donde podía leerse: “¿Qué silla?”.
El fotografía meme sitio al raíz nos trae a colación el asunto de los exámenes y su preparación. Porque se puede poseer otra vez u menos preparado un test pero cuando te preguntan sobre él y no sabes de qué te hablan, u sea, ni te habías enterado de que lo había, el cabello del cuerpo se te eriza de pánico. Las piernas te tiemblan, el pulso se acelera. ¡Hoy hay una prueba!. ¡Pero si nadie me había proverbio nada!. ¡Yo pensaba que época para el principio siguiente!. ¡Socorro!.
Que te examinen de algo siempre es desagradable. Sobre totalidad cuando no estás preparado. Ir a un test y que no sepas cero de lo que te preguntan es algo realmente incómodo. Todo va propiedad mientras escribes tu apodo en la cuchilla para identificarte. Pero después, si estás en pelota, el folio en cándido se presenta ante ti como si fuera un monstruo.
Puede que haya ido a regiones regularmente y intentarás continuar las explicaciones. Pero la cerebro tiende a evadirse en cualquier momento aunque sea mirando una mosca que pasa. Es un rato que pasa inadvertido pero cuando vuelves a la realidad ves que el profesor ha llenado la pizarra de montones de fórmulas u explicaciones. Al raíz ibas comprendiendo totalidad pero de repente ves que la pizarra rezuma de gráficos, integrales y diferenciales.
Puede que haya ido a regiones regularmente y intentarás continuar las explicaciones. Pero la cerebro tiende a evadirse en cualquier momento aunque sea mirando una mosca que pasa. Es un rato que pasa inadvertido pero cuando vuelves a la realidad ves que el profesor ha llenado la pizarra de montones de fórmulas u explicaciones. Al raíz ibas comprendiendo totalidad pero de repente ves que la pizarra rezuma de gráficos, integrales y diferenciales.
Algo pavoroso en un test es que mires alrededor tuyo y veas al escombro de compañeros que participan en la tentativa que están usando una regla, dentro de ejemplo. Y tú no te explicas para que hacen eso, para qué demonios hay que usarla. Lees las preguntas, intentas imaginar para que hay que usar proverbio artilugio, pero no se te ocurre nada. Es como si te hubieras confundido de aula. Pero no, allí están tus compañeros de gestión volcados sobre su cuchilla y haciendo algo con la regla. ¿Pero que hacen con ella?. El asombro comienza a traspasar desplazamiento al pánico.
Mientras tanto:
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