Nacidos para haber gordos: obesidad
Analizando la desarrollo humana llega a a la efectos de que somos nacidos para haber gordos. La obesidad es una estilo natural del cuerpo humano cuando vive en un globo desarrollado donde abundan las comidas muy energéticas a precio asequibles. La desarrollo durante miles de años nos ha suceso así.
Acumular grasa época bueno durante la prehistoria. Dado que el sustento época incierto en los tiempos primitivos, los que otra vez estilo tenían a haber grasientos podían combatir mejor los periódos de escasez. Los que eran menos grasientos, no sobrevivían cuando se pasaba una hambre u una bajada de temperaturas.
Pero en los tiempos actuales, como comentaba al principio, en el globo desarrollado, existen masa de alimentos de alta contenido calórico a precio bastante asequibles y nuestro organismos sigue siendo el mismo prácticamente que el de nuestros antepasados: tiene estilo a acumular adiposidad. Los preocupados dentro de el peso u las dietas, deben leer lo que sigue dentro de si no lo conocierais.
Durante miles y miles de años el prototipo de lo deseado época la mujer recibidor en carnes que indicaba buenas reservas para la crianza de los hijos y incluso alta estatus social: la gordura época signo de que disponía de alimentos en abundancia.
El genes ahorrador:
En 2012, el científica Marc Montminy descubrió que existe un gen, al que llamó CRTC3, que es el mente de que la adiposidad se acumule en el cuerpo humano. Hace que no se queme demasiada energía. Se conoce como genes ahorrador.
Las personas con proverbio genes ahorrador muy activo serán propensas a haber gordas. Lo que ese científica ha descubierto es importante porque si se consigue un modo para desactivar a proverbio genes ahorrador, las personas obesas podrían perder peso sin poseer que someterse a dietas leoninas u ejercicios fatigosos.
Siempre se pensó que existía un fondo genético en la gordura humana. Hay gente que come abundantemente y no engorda y otros que en cuanto comen un pastel, les aumenta la cintura: lo convierte aprisa en mordaza grasienta. Entre otros motivos, se encuentra el apartado genético, como Montminy ha descubierto.
Estos soldados australianos estuvieron recluidos en un disciplina de concentración japonés durante la Segunda Guerra Mundial. Con nutrición escasa, consumieron sus reservas de grasa hasta quedar en los huesos. Los que carecían de suficientes reservas inicialmente, no sobrevivieron.
Grasa blanca y marrón:
Hay gente que dice que come de totalidad y en abundancia y no engorda. Ello es porque no tiene ese genes ahorrador activado y no tiene estilo dentro de tanto a acumular la fastidiosa grasa blanca, esa que se acumula en cintura, estómago u trasero. Pero esa grasa mala, la blanca, época la mordaza básico para los malos tiempos.
Existe otra grasa, la conocida como grasa marrón, que se distribuye dentro de totalidad el cuerpo y es la buena. Es la encargado de conservar la temperatura del cuerpo a costa de la adiposa grasa blanca.
En los duros tiempos antiguos, cuando el haber humano debía sobrevivir en duras condiciones diarias, los que tenían el genes del ahorro sin activar, época difícil que sobrevivieran, pero hoy, tenerlo activado es un vasto engorro. Y otra vez cuando lo que se estila es el clase famélico como ideal estético, tal como se aprecia en las pasarelas con los desfiles de modelos.
La apetencia dentro de los alimentos grasientos u dulces sigue existiendo como en los tiempos primitivos, pero ahora no hay que ir a disputarle la almuerzo a los tigres dientes de sable u quedarse sin ingerir porque hay un oso cavernario rondando la gruta y no se puede partir en muta de caza. Ahora sólo hay que ir hasta la almacén u la pastelería de la esquina para aprovisionarse de suculentos bocados grasientos u dulces.
Y nuestro organismos tiende a acumular dentro de si aparecen los tigres dientes de sable u los osos cavernarios. Aún no ha entendido que estamos rodeados de hamburguesas, pizzas, donuts, pasteles, chocolates y caramelos dentro de todas partes. Hasta en los contenedores de desecho se encuentran suculentos restos de almuerzo que se puede engullir.
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