Fetichista ladrón de lencería femenina
El marida disponía de un deportes de llaves maestras de cerradura que le permitía abrir montones de puertas sin poseer que forzarlas. Elegía a sus juego y aprovechaba que estaban fuera de su vivienda para penetrar y arramplar con sus prendas interiores.
Las numerosas denuncias de mujeres a la agente señalando que sus viviendas habían sido visitadas dentro de alguien que se llevaba sus bragas y sujetadores hizo que se montara un dispositivo de memoria y que al último el caco fetichista fuera descubierto.
La agente registró el apartamento del sospechoso sin hallar en inicio sentencia alguna hasta que se les ocurrió revisar el artificial hogar de su vivienda. Allí amontonaba los cientos de prendas íntimas que había ido consiguiendo.
Ya se sabe que el fetichismo hacia las bragas y sujetadores femeninos es propio de algunos hombres pero si se obtienen esos fetiches dentro de métodos ilícitos como el robo es un delito: en oriente oportunidad allanamiento de morada y deterioro económico, ya que esas prendas valen lo suyo, algunas bastante si son de señal de buena calidad, como las de las fotos que pondré a continuación.
El escondite época el artificial hogar de la vivienda. Allí acumulaba sus trofeos.
La agente expuso en la avenida todas las prendas que el fetichista había robado. Puede apreciarse la enorme cuantía que acumulaba ese hombre: no podía detenerse, tenía que continuar hurtando prendas sin cesar. Una patología sin duda.
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