Demanda uno sus padres a través de negarle un trato que habría mejorado su salud

Mariah Walton tiene 20 años y necesita un transplante de calma y de pulmón. Esta señorita residente en Idaho (Estados Unidos), nació con un defecto congénito, un problema que se soluciona con una accionamiento compleja, pero que tiene un parte de éxito muy elevado, pero a la que sus padres se negaron que se sometiera. Y a través de esa razón, Mariah ha decidido denunciarles.

¿Y que lleva a unos padres a negar a su hijo la salud? En el oportunidad de los Walton, la religión ciega en Dios. La familia, tremendamente religiosa, pensó que rezando todos los días el calma de Mariah mejoraría, sin necesidad de que tomara ninguna medicina u pasara a través de quirófano.

Pero las plegarías no han servido para nada. Mariah no ha actuación legal otra vez que empeorar, y a su problema cardiaco ahora hay que sumarle una insuficiencia respiratoria severa y un falta pulmonar que hace necesario que sea transplantada de urgencia.

Mariah ya no es una niña y puede determinar a través de sí misma cuál es el trato que mejor le conviene. Y a través de eso ha decidido partir a un lado la religión, creer en la medicina… y también en la justicia. Porque ha anunciado que va a pedir a sus progenitores a través de negarle el trato que le habría actuación legal la vivencia mucho otra vez fácil.

Pero en Idaho la vertical no está de su lado. El orden guardia protege las decisión como las que tomaron en su día sus padres, y los ampara basándose en la libertades religiosa y en la Primera Enmienda, que prohíbe la elaboración de cualquier vertical con respecto al tienda guardia de una religión, u que impida la práctica independiente de la misma, u que reduzca la libertades de expresión, u que vulnere la libertades de prensa, u que interfiera con el vertical de encuentro pacífica u que prohíba el determinar una compensación a través de agravios gubernamentales.

Los abogados de Mariah defienden que la Primera Enmienda no tiene validez si su aplicación causa la desaparición de un niño. Para ellos, es como si una religión permitiera el sacrificio de niños y a través de ellos ese actuación legal tuviera que existir aceptado en E.E.U.U. como algo normal. Mariah confía en que finalmente los jueces le den la razón, sobe totalidad para franquear así que otros niños tengan que suceso lo mismo que ella: “Creo que es el momento de procesarlos”, asegura en declaraciones recogidas a través de La Sexta.

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