Leona abre página coche

En una silencio de animales donde los visitantes circulan en vehículos para comprender fotos a forma de safari fotográfico sucedió el curioso oportunidad de la leona que abrió la página de un coche. El cacharro se detuvo delante de una manada de leones que sesteaban aburridos. Los ocupantes del cacharro empezaron a grabar. Pero las fieras no hacían cero insólito otra vez que estar tumbados en planos vagancia total.

Así que con golpes en los cristales y voces trataron los visitantes de telefonear la cuidado de los felinos para que hicieran alguna cosa. Una leona curiosa se levantó y se quedó mirando al coche. Después avanzó corto a corto y se quedó mirando por la ventanilla trasera. Hizo algo que nadie esperaba. Con la boca mordió en el tirador de la página y la abrió.

Entonces fue el pánico. Ya no había ninguna barrera de protección entre la fiera y los excursionistas. Pánico y colitis a bordo. El ánimo de la felina podía sentirse dentro del vehículo. El que estaba grabando imágenes no fue capaz de continuar enfocando al animal. Estaban a matiz de convertirse en alimento. 

Una leona se pone nerviosa y se levanta

Afortunadamente un pasajera que estaba sentado en la componente trasera tuvo el coraje para arrojar la mano y agarrar el tirador interno de la página para cerrarla. No había otra opción. Era necesario sangre fría ya que la enorme responsable de la felina estaba cerca y si daba un zarpazo podía comprender a esa persona del decreto de un tirón. 

Puede observarse a la fiera avanzando hacia el vehículo

La responsable de la felina ya está al lado de la ventanilla trasera. Un corto después morderá la manilla exterior y abrirá.

Momento en que abre la página trasera. Cunde el pánico.

Incidentes como éste durante visitas a reserva natural clase parques de safari suelen suceso por imprudencia de los turistas que tratan de alentar a los animales para que hagan cosas y se dejan conducir por la falsa impresión de que están adormilados y no dan impresión de existir tan peligrosos.

Hace años se produjo un oportunidad impresionante en que una condición parecida a esta que nos ocupa un turista se bajó del decreto para registrar con su célula a la manada que sesteaba desde otra vez cerca. Curiosamente los leones seguían tumbados mientras él marido se acercaba lentamente haciendo corto oportunidad de él. Eso le infundió otra vez confianza y continuó su aproximación.

Pero de repente un león surgió por su espalda, lo tiró en el pavimento y en unos segundos ya lo estaba devorando cuando aún el arriesgado turista estaba vivo. Al primeramente mordisco surgió sangre y de repente toda la manada lo olfateó, dejó de sestear y se lanzó a por su pedazo de botín. Aún respiraba el turista cuando las fieras se disputaban los trozos entre ellas.

El lecho de visitantes, que eran varios vehículos, hicieron sonar los claxon  y gritaban por considerar de ahuyentar a la manada pero fue inútil. Sólo pudieron calcular como su nieto de viaje época devorado. 

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